miércoles, 7 de septiembre de 2016
Nuevos retos, nuevos miedos
La tecnología es algo imparable y el nuevo avance, del que surgirán nuevos miedos, tiene nombre de limpiador futurista y borra los límites entre realidades. Las Google Glass acercan la realidad aumentada a la nuestra para que ambas confluyan. ¿Será foco de nuevos trastornos? “La realidad es una construcción mental, parte de ella ahora la construye internet. Cuando empiecen a popularizarse las Google Glass la construcción de la realidad va a ser mucho más intensa con ellas, va a tener muchos más elementos, cuando la persona carezca de esos elementos se va a encontrar incómoda”, afirma Gaona.
Según el investigador de la UOC, el miedo residirá en no poder delimitar dónde se encuentran ambos mundos pero confía en la inteligencia humana. “Es posible que generemos una dependencia de las TIC o de las google glass, pero al igual que la tenemos de la electricidad, del agua corriente, de la gasolina o del transporte”, afirma Núñez.
La adicción a Internet se considera un trastorno psiquiátrico
Así como algunos son adictos a las drogas, el juego o el tabaco, otros lo son a navegar durante horas en Internet, un fenómeno que un creciente grupo de especialistas de Estados Unidos considera un problema psiquiátrico.
La enfermiza afición a la red ya ha sido diagnosticada por expertos como Trastorno Adictivo a Internet (TAI), y se calcula que lo padece entre 6% y 10% de los aproximadamente 189 millones de usuarios en Estados Unidos.
También llamada Internet dependencia o Internet-compulsión, la adicción se detecta por comportamientos relacionados con la Web, que interfieren en la vida normal de una persona, causan estrés severo y afectan a su familia, amigos y trabajo.
Una persona que pasa horas al día frente a la computadora –navegando por Internet, enviando correos electrónicos, negociando acciones, chateando o jugando– puede considerarse “ciberadicta” y, por tanto, necesita ayuda.
Así lo consideran especialistas como la psiquiatra Hilarie Cash, cuyo Servicio de Adicción a Internet y Ordenadores, en la Universidad de Pensilvania, recibe la visita de pacientes diagnosticados con TAI.
martes, 6 de septiembre de 2016
En realidad, ¿Cuál es el daño en los niños de los videojuegos violentos?
Juegos como Gran Theft son los más populares entre jóvenes y niños a pesar de que su contenido es solo para mayores de edad. “Me gusta que matas a personas para salvar otras” dice José de 9 años. El poder lastimar a alguien sin castigo es lo que de acuerdo a la psicóloga Leal atrae a los menores a estos juegos. “En estos videojuegos no se ve el castigo a la violencia, al contrario esta es reforzada y se premia, el que más mata gana” dice la doctora Leal.
Esta remuneración por ser violenta está enviando un mensaje erróneo al menor y no está aprendiendo que sus actos violentos pueden tener consecuencias. “Al momento que se ve que la violencia en lugar de ser castigada es aplaudida, incrementa dicha conducta en el menor,” asegura la doctora.
El estar sentado horas frente al televisor hace a un niño pasivo y sedentario y por ende puede llegar a sufrir de obesidad. “Los videojuegos fomentan el placer por estar sentado, el niño no tiene interés de participar en ninguna actividad y no tiene energía” dice la psicóloga Leal.
Hoy en día es especialmente preocupante la manera en que algunos pedófilos están localizando a sus víctimas: a través de consolas de videojuegos conectadas a Internet.
Investigadores cibernéticos dicen que la nueva tendencia es contactar a los jóvenes a través de las consolas de videojuegos, las cuales están conectadas al Internet y cuentan con tecnología de comunicación por voz y video. El contacto se lleva a cabo en foros de videojuegos.
Esta remuneración por ser violenta está enviando un mensaje erróneo al menor y no está aprendiendo que sus actos violentos pueden tener consecuencias. “Al momento que se ve que la violencia en lugar de ser castigada es aplaudida, incrementa dicha conducta en el menor,” asegura la doctora.
El estar sentado horas frente al televisor hace a un niño pasivo y sedentario y por ende puede llegar a sufrir de obesidad. “Los videojuegos fomentan el placer por estar sentado, el niño no tiene interés de participar en ninguna actividad y no tiene energía” dice la psicóloga Leal.
Hoy en día es especialmente preocupante la manera en que algunos pedófilos están localizando a sus víctimas: a través de consolas de videojuegos conectadas a Internet.
Investigadores cibernéticos dicen que la nueva tendencia es contactar a los jóvenes a través de las consolas de videojuegos, las cuales están conectadas al Internet y cuentan con tecnología de comunicación por voz y video. El contacto se lleva a cabo en foros de videojuegos.
Tipos de adictos a redes sociales
El que le gusta todo
Para ahorrar tiempo, en vez de escribir algo en los porteos que le interesan, se limita a hacer clic en “Me gusta”. Como consecuencia, sus amigos se ofenden porque cuando cuentan alguna noticia triste a través de Facebook reciben un “Me gusta” en lugar de un consuelo.
El chequeador compulsivo
Revisa su teléfono cada dos minutos en busca de nuevos tweets o fotos en Instagram, sin que le importe qué está haciendo o con quién se encuentra. Ya nadie soporta cenar con él porque no presta atención y es habitualmente multado por chequear el teléfono mientras conduce.
El que odia las vocales
Se deshace de todas las vocales que puede en sus tweets con el afán de aprovechar al máximo sus 140 caracteres. No sólo tira por la borda la gramática, sino que contagia toda su escritura con ese mal y termina escribiendo de la misma forma en sus correos, blogs y hasta en el trabajo.
El autorreferencial
Contesta la mayor parte de las preguntas que le hacen de la siguiente manera: “Deberías leer lo que escribí en mi blog acerca de eso”. Usualmente termina generando rechazo en sus círculos sociales, porque, a fin de cuentas, no contesta sus preguntas.
El amante de los alertas
Dispone su teléfono para que alertas sonoras le avisen ante cualquier cosa que pueda ocurrir: tweets, retweets, comentarios o fotos compartidas. Entonces, ante cada zumbido del celular, deja de preocuparse por lo que está haciendo y no puede tranquilizarse hasta averiguar qué pasó en el universo de las redes sociales.
El socialmente influyente
Permanentemente revisa su nivel de influencia en todos los sitios que dan un puntaje. El problema es que al estar más preocupado por ver la incidencia que tiene que en escribir y subir cosas influyentes, termina dejando de influir.
El que se anota en todo
Se asocia a los sitios de todos los lugares que le interesan: clubes, bares, restaurantes. De tanto tiempo que dedica a asociarse, no le queda tiempo para ir a esos lugares.
Referencias
Para ahorrar tiempo, en vez de escribir algo en los porteos que le interesan, se limita a hacer clic en “Me gusta”. Como consecuencia, sus amigos se ofenden porque cuando cuentan alguna noticia triste a través de Facebook reciben un “Me gusta” en lugar de un consuelo.
El chequeador compulsivo
Revisa su teléfono cada dos minutos en busca de nuevos tweets o fotos en Instagram, sin que le importe qué está haciendo o con quién se encuentra. Ya nadie soporta cenar con él porque no presta atención y es habitualmente multado por chequear el teléfono mientras conduce.
El que odia las vocales
Se deshace de todas las vocales que puede en sus tweets con el afán de aprovechar al máximo sus 140 caracteres. No sólo tira por la borda la gramática, sino que contagia toda su escritura con ese mal y termina escribiendo de la misma forma en sus correos, blogs y hasta en el trabajo.
El autorreferencial
Contesta la mayor parte de las preguntas que le hacen de la siguiente manera: “Deberías leer lo que escribí en mi blog acerca de eso”. Usualmente termina generando rechazo en sus círculos sociales, porque, a fin de cuentas, no contesta sus preguntas.
El amante de los alertas
Dispone su teléfono para que alertas sonoras le avisen ante cualquier cosa que pueda ocurrir: tweets, retweets, comentarios o fotos compartidas. Entonces, ante cada zumbido del celular, deja de preocuparse por lo que está haciendo y no puede tranquilizarse hasta averiguar qué pasó en el universo de las redes sociales.
El socialmente influyente
Permanentemente revisa su nivel de influencia en todos los sitios que dan un puntaje. El problema es que al estar más preocupado por ver la incidencia que tiene que en escribir y subir cosas influyentes, termina dejando de influir.
El que se anota en todo
Se asocia a los sitios de todos los lugares que le interesan: clubes, bares, restaurantes. De tanto tiempo que dedica a asociarse, no le queda tiempo para ir a esos lugares.
Referencias
lunes, 5 de septiembre de 2016
Causas del mal uso de Internet en las aulas
Como ya nos es conocido, el uso del Internet tiene Ventajas y Desventajas. Específicamente nos enfocamos en los estudiantes, puesto que el Internet se ha vuelto una herramienta imprescindible para los estudios, y por lo tanto sus pros y sus contras afectarán y se verán reflejados de forma semejante para todos quienes componen al sector estudiantil.
En la actualidad, difícilmente un estudiante usa un libro para elaborar una consulta, el dispositivo será cualquier aparato que permita el acceso a Internet y en esté será su medio de consulta, tecleando en un buscador, la información que está buscando. En resumen, este es el método actual para consultar; por su puesto tiene muchas falencias y se aleja de la verdadera intención que tiene dicha consulta, la cual es que el alumno lea, comprenda e interiorice la información. Se aleja, porque en un computador tenemos la facilidad de copiar ilimitadamente un texto e imprimirlo, sugiriendo entonces que no es necesario leer y convirtiendo al significado de consulta en un simple copia y pega.
Evidentemente esta utilidad que nos permite el computador nos ofrece muchas ventajas y optimiza de gran manera el tiempo empleado en realizar un trabajo de consulta, entonces el problema está claro, la falta de responsabilidad y desinterés en aprender. Tal vez las prioridades de los alumnos en la actualidad son distintas y el aprendizaje ha quedado lejos de los primeros lugares, lo que es una lástima, si imaginamos a donde nos conduce tal desinterés. Agregado a esta facilidad de realizar las tareas sin si quiera conocer del tema, se encuentra la cantidad de distracciones que existen en la web, además de las redes sociales, chat, juegos, videos, música, que son las más comunes. Se encuentran por todo lado potenciales destructivos, que es cualquier tipo de información de interés por parte del usuario; repartiendo el tiempo entre el trabajo y el ocio.
Y finalmente, y producto de todo lo anterior, los problemas físicos, psicológicos y sociales y académicos. Como dolencias a causa de las largas jornadas de uso del computador. Cansancio y baja energía debido a la cantidad de tiempo que se invierte en Internet y se le resta del sueño. Trastornos de conducta provocados por los malestares físicos o actitudes aprendidas de fuentes de información inapropiada, entre las afectaciones más directas y comunes que se producen por el uso excesivo e incorrecto del Internet.
domingo, 4 de septiembre de 2016
La tecnología actual en nuestra sociedad
Las nuevas tecnologías, relacionadas con nuestro entorno, están agilizando, optimizando y perfeccionando algunas actividades que realizamos en nuestro día a día. La comunicación en la actualidad es algo que ha avanzado mucho, una comunicación que es mucho más rápida que antes, un ejemplo de comunicación actual, en concreto a través de Internet, en el caso de transmitir mensajes, imágenes, vídeos y todo tipo de documentos desde diferentes partes del mundo durante las 24 horas del día es algo que ha desplazado un poco el envío de documentos por medio del servicio postal convencional.
Los nuevos "aparatos" electrónicos, de los que estamos constantemente rodeados, nos permiten realizar tareas que se hacían de forma manual, eso sí, de una forma más ágil y eficaz.
La tecnología juega un papel muy importante en el mundo desde el momento en que se crea un "algo" innovador que todos queremos tener cuanto antes. Todos queremos estar a la moda y presumir de tener lo último del mercado.
En términos generales la tecnología ha aportado grandes beneficios a la humanidad. Su papel principal es crear una mejora de herramientas y accesorios adaptados a los usuarios para facilitar y ahorrar esfuerzo y, sobre todo, tiempo en nuestra vida cotidiana.
Referencias de información
La tecnología empeora la adicción al trabajo
Un estudio publicado en la revista «Journal of Managerial Psychology» revela que estos avances hacen que el profesional esté las 24 horas conectado en cualquier momento y desde cualquier lugar:
La adicción al trabajo comenzó a estudiarse en los años 70, momento en el que se acuñó el término «workaholic» -o «trabajólico», en su traducción al español- y muchos expertos lo consideran un factor de riesgo para la salud y el bienestar psicosocial tan importante como el estrés. Estas personas suelen tener una actitud obsesiva hacia la actividad laboral, lo que les genera dependencia y afecta negativamente a las relaciones con su familia y amigos.
El desarrollo de las nuevas tecnologías es un impulso hacia una mayor adicción al trabajo», señala Moriano, ya que disponer de correo electrónico, teléfono móvil y tableta en casa hace que las personas estén alerta 24 horas, por lo que «no dejan de pensar en el trabajo ni los fines de semana ni en vacaciones», apunta el psicólogo. Las consecuencias son negativas tanto para el trabajador como para la empresa ya que esta persona descansa menos por lo que su rendimiento y capacidad innovadora será menor. «Estos adictos al trabajo terminan perdiendo la creatividad y su capacidad de innovar», advierte Moriano.
Grupos de Whatsapp con el jefe:
Debido a que la tecnología avanza más rápido que nuestra capacidad de control, la persona no es capaz de establecer unos límites claros para que la tecnología tenga su lugar en el trabajo y un lugar diferente en casa. El experto afirma que incluso hay empresas en las que se crean grupos de WhatsApp en los que cuando el jefe escribe «todos tienen que estar conectados y dispuestos a arreglar el problema». Esto puede dar lugar a una «poliadicción», es decir, que las personas terminen siendo adictas al trabajo por un lado y a las nuevas tecnologías por otro.Algunas de las soluciones que propone el experto son que las empresas aboguen por la flexibilidad horaria del trabajador y que «tomen conciencia de que tener a la persona conectada 24 horas al trabajo es contraproducente para ellas». Otra medida que debe tomar uno mismo es buscar espacios para desconectar, o lo que es lo mismo, no llevarse el portátil cuando vas de vacaciones o bajar a la playa sin móvil.
Referencias de información
jueves, 1 de septiembre de 2016
¿QUE HACER?
Abstinencia de una aplicación en particular: No podemos impedir que los adolescentes hagan uso de las nuevas tecnologías, por lo que, una vez detectado el problema, es importante tener en cuenta que es lo que lo está generando.
En un primer momento, mientras ensañamos al menor a retomar el control sobre su conducta, es adecuado impedirle que haga uso de la aplicación que le genera el problema.
Por ejemplo, al detectar que un menor presenta un problema de adicción a Internet, vemos que éste pasa la mayor parte del tiempo chateando. En un primer momento, debemos de impedirle que, cada vez que se conecta, entre en un chat. Sin embargo, no debemos de impedirle que vea su correo electrónico o que navegue buscando información para un trabajo.
Limitar el tiempo de uso: es importante que el menor se haga consciente de la diferencia entre el uso y el abuso. Para ello, es conveniente dialogar con el para poder llegar a un acuerdo acerca del tiempo de uso que se considera adecuado. Una vez determinado el tiempo, es importante que le ayudemos a responsabilizarse de ello. El uso de señales externas, por ejemplo un despertador, que le avisen del tiempo, puede ser una buena estrategia para ayudarle a lograrlo.
Listado de consecuencias de la adicción y de actividades que ha dejado de hacer: en ambos casos, el objetivo es ayudar al menor a tomar conciencia de las consecuencias negativas de su conducta y de las ventajas de hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías.
Creación de un nuevo estilo de vida: la persona que tiene un problema de adicción a las nuevas tecnologías, lleva un tiempo dedicando todo su tiempo libre a ello. Es importante que le menor cambie su estilo de vida y que retome las actividades que ha dejado de hacer como consecuencia de su problema. También es conveniente que pueda probar nuevas alternativas de ocio incompatibles con el uso abusivo de las nuevas tecnologías.
Limitar el tiempo de uso: es importante que el menor se haga consciente de la diferencia entre el uso y el abuso. Para ello, es conveniente dialogar con el para poder llegar a un acuerdo acerca del tiempo de uso que se considera adecuado. Una vez determinado el tiempo, es importante que le ayudemos a responsabilizarse de ello. El uso de señales externas, por ejemplo un despertador, que le avisen del tiempo, puede ser una buena estrategia para ayudarle a lograrlo.
Listado de consecuencias de la adicción y de actividades que ha dejado de hacer: en ambos casos, el objetivo es ayudar al menor a tomar conciencia de las consecuencias negativas de su conducta y de las ventajas de hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías.
Creación de un nuevo estilo de vida: la persona que tiene un problema de adicción a las nuevas tecnologías, lleva un tiempo dedicando todo su tiempo libre a ello. Es importante que le menor cambie su estilo de vida y que retome las actividades que ha dejado de hacer como consecuencia de su problema. También es conveniente que pueda probar nuevas alternativas de ocio incompatibles con el uso abusivo de las nuevas tecnologías.
¿ Porque los adoblecentes son mas vulnerables al poder adictivo a la nueva tecnologia ?
Los efectos sobre la salud del exceso de tecnología
Si bien muchos avances tecnológicos colaboran con la salud y facilitan la vida diaria, el uso desmedido de éstos elementos en el ámbito cotidiano, puede dar origen efectos negativos sobre el organismo que aún, no son considerados.
Por un lado, la utilización de auriculares y reproductores de MP3, produce un severo deterioro auditivo al utilizarlos de manera constante y a alto volumen, causando daños irreversibles en el oído que pueden provocar en los más jóvenes sorderas similares a las de los adultos mayores.
Asimismo, la permanencia frente a una pantalla no sólo es causa de la inactividad física que consecuentemente provoca aumento de peso y mayor riesgo de obesidad, sino que interfiere en el sueño de los adolescentes, pudiendo ser éste otro factor determinante del sobrepeso.
Además, dormir mal causa desánimo, cambios emocionales, menor rendimiento físico e intelectual. Incluso, genera un mayor estrés que puede ser el detonante de otras enfermedades.
Otro de los efectos indeseados del exceso de tecnología es la falta de concentración por centrarnos más en una pantalla, en un videojuego o cualquier otro entorno virtual que nos aleja del mundo real.
Los más conocidos por nosotros, pero no menos importantes, son los dolores musculares que causa el hecho de permanecer en una mala posición, por trabajar frente a un ordenador o con las manos constantemente en el teclado.
El famoso síndrome del túnel carpiano cada vez es más frecuente debido a los movimientos repetitivos de la mano como consecuencia del uso continuo del teclado o el ratón.
Pero la buena noticia después de ver la extensa lista de consecuencias negativas, es que todo tiene solución, pues con sólo respetar medidas ergonómicas, usar con moderación la tecnología y saber aprovechar aquellos productos que sí contribuyen con la salud sin hacernos adictos a ellos, podemos mejorar la calidad de vida y convivir sin problemas con lo que la tecnología nos ofrece.
Por un lado, la utilización de auriculares y reproductores de MP3, produce un severo deterioro auditivo al utilizarlos de manera constante y a alto volumen, causando daños irreversibles en el oído que pueden provocar en los más jóvenes sorderas similares a las de los adultos mayores.
Asimismo, la permanencia frente a una pantalla no sólo es causa de la inactividad física que consecuentemente provoca aumento de peso y mayor riesgo de obesidad, sino que interfiere en el sueño de los adolescentes, pudiendo ser éste otro factor determinante del sobrepeso.
Además, dormir mal causa desánimo, cambios emocionales, menor rendimiento físico e intelectual. Incluso, genera un mayor estrés que puede ser el detonante de otras enfermedades.
Otro de los efectos indeseados del exceso de tecnología es la falta de concentración por centrarnos más en una pantalla, en un videojuego o cualquier otro entorno virtual que nos aleja del mundo real.
Los más conocidos por nosotros, pero no menos importantes, son los dolores musculares que causa el hecho de permanecer en una mala posición, por trabajar frente a un ordenador o con las manos constantemente en el teclado.
El famoso síndrome del túnel carpiano cada vez es más frecuente debido a los movimientos repetitivos de la mano como consecuencia del uso continuo del teclado o el ratón.
Pero la buena noticia después de ver la extensa lista de consecuencias negativas, es que todo tiene solución, pues con sólo respetar medidas ergonómicas, usar con moderación la tecnología y saber aprovechar aquellos productos que sí contribuyen con la salud sin hacernos adictos a ellos, podemos mejorar la calidad de vida y convivir sin problemas con lo que la tecnología nos ofrece.
El mal uso de la rede sociales que afecta a la felicidad
No saber gestionar el uso que hacemos de las redes sociales puede conllevar numerosas
consecuencias negativas como, por ejemplo, perjudicar a nuestras relaciones personales y a nuestra concentración, o provocarnos estrés y ansiedad.
Que las redes sociales han cambiado nuestras vidas es algo evidente. Es raro que a día de hoy la gente no tenga un perfil en Facebook o Twitter, sobre todo entre personas jóvenes.
No solo usamos las redes para comunicarnos de una manera rápida y efectiva. Hace tiempo que estamos enganchados y sentimos la necesidad de vivir 'conectados' continuamente.
Mucha gente ya no concibe su vida sin compartir absolutamente todo lo que hace o sin exhibir sus fotografías a través de Facebook, Twitter e Instagram, que son las tres más utilizadas en todo el mundo. A la larga este tipo de actitudes pueden terminar resultando perjudiciales. Abusar de estas herramientas o hacer un mal uso de ellas pude generarnos innumerables problemas. Por ejemplo, pueden hacernos perder la atención y descuidar otras tareas más importantes.
Un estado de conexión permanente "provoca inquietud, falta de concentración y alteraciones del ánimo". Hay gente que no es capaz de desconectar nunca y la idea de pasar tan solo un día sin poder acceder a sus perfiles para actualizarlos o para 'ponerse al día' les parece algo totalmente imposible.
Cuando llegamos a este extremo, es más que probable que tengamos un problema que a la larga terminará afectando a nuestro día a día. "Si una persona no es capaz de renunciar y centrarse en otras cosas, puede verse afectada su capacidad para disfrutar", advierte la psicóloga. Pero además, también puede deteriorase nuestra capacidad para estar con otras personas y para relacionarnos.
Como consecuencia de todo lo anterior, aquellos que han desarrollado un alto grado de dependencia de las redes sociales, pueden terminar sufriendo estados de ansiedad y estrés que, en muchas ocasiones, lleguen incluso a alejarlos de la felicidad.
Referencias
Que las redes sociales han cambiado nuestras vidas es algo evidente. Es raro que a día de hoy la gente no tenga un perfil en Facebook o Twitter, sobre todo entre personas jóvenes.
No solo usamos las redes para comunicarnos de una manera rápida y efectiva. Hace tiempo que estamos enganchados y sentimos la necesidad de vivir 'conectados' continuamente.
Mucha gente ya no concibe su vida sin compartir absolutamente todo lo que hace o sin exhibir sus fotografías a través de Facebook, Twitter e Instagram, que son las tres más utilizadas en todo el mundo. A la larga este tipo de actitudes pueden terminar resultando perjudiciales. Abusar de estas herramientas o hacer un mal uso de ellas pude generarnos innumerables problemas. Por ejemplo, pueden hacernos perder la atención y descuidar otras tareas más importantes.
Un estado de conexión permanente "provoca inquietud, falta de concentración y alteraciones del ánimo". Hay gente que no es capaz de desconectar nunca y la idea de pasar tan solo un día sin poder acceder a sus perfiles para actualizarlos o para 'ponerse al día' les parece algo totalmente imposible.
Cuando llegamos a este extremo, es más que probable que tengamos un problema que a la larga terminará afectando a nuestro día a día. "Si una persona no es capaz de renunciar y centrarse en otras cosas, puede verse afectada su capacidad para disfrutar", advierte la psicóloga. Pero además, también puede deteriorase nuestra capacidad para estar con otras personas y para relacionarnos.
Como consecuencia de todo lo anterior, aquellos que han desarrollado un alto grado de dependencia de las redes sociales, pueden terminar sufriendo estados de ansiedad y estrés que, en muchas ocasiones, lleguen incluso a alejarlos de la felicidad.
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